Hermann Hesse

Si se optara por mirar de manera recíproca, es decir observando con el mismo ojo que mira fuera, mirase este dentro, en el propio interior la oportunidad de aprender aumentaría, y sería el principio de complementación aquel que guiará a unos y otros a ser mejor. ⁣⁣
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Importante recordar que aquel ojo que mira, enjuicia y afirma, también sueña e imagina.⁣⁣
Quizás se aprendería que aquello proyectado en otro ha de comenzar por ser en sí mismo trabajado, y por qué no transmutado. ⁣⁣
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Este aprendizaje a partir de la reflexión haría que el resentimiento devenga en perdón, mas no tan solo al otro, sino a sí mismo, siendo el yo, el ego la fuente de todo sufrimiento que se padece. Es que en aquel acto de perdonar radica también la gracia de soltar, es decir aferrarse a sí mismo, allí donde se encuentra lo esencial a partir de una lógica paradojal. ⁣⁣
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Y el círculo ya se va cerrando cuando además de a sí mismo y al otro perdonar, es ya posible agradecer con la mayor humildad aquello que se tiene y lo que no también pues tanto lo uno como lo otro es lo que se merece, aquello pertenece, de lo contrario en vida se perece.

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