¡Qué sucedería si cada cual un paseo a su interior diera?
¡Qué sucedería si se mira con aquellos ojos que sueñan, imaginan y piensan con la mirada recíproca que ve tanto fuera como dentro, lo que hoy es y no es, el propio potencial interno?
La invitación más grandiosa es a asombrarse, y descubrir el potencial que cada cual tenga. Será, y recuérdese bien, imperativo, un deber el derecho a ser, pues quien diga hoy que es, es porque aún no ha sido. ¡Seremos por fin testigos del amanecer de un nuevo día en que cada cual su propio centro sea y este roce a su vez a las demás esferas?
Que cada día sea un nuevo aprendizaje, está a la vuelta de la esquina, en un rincón escondido en ti, pues en el futuro la voluntad será la moneda de cambio al fin…