Madrigal

Está el ave en el aire con sosiego,

en el agua el pez, la salamandra en fuego

y el hombre, en cuyo ser todo se encierra,

está en sombra en la tierra.

Yo sólo, que nací para tormentos,

estoy en todos estos elementos:

la boca tengo en aire suspirando,

el cuerpo en tierra está peregrinando,

los ojos tengo en agua noche y día

y en fuego el corazón y el alma mía.

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