Está el ave en el aire con sosiego,
en el agua el pez, la salamandra en fuego
y el hombre, en cuyo ser todo se encierra,
está en sombra en la tierra.
Yo sólo, que nací para tormentos,
estoy en todos estos elementos:
la boca tengo en aire suspirando,
el cuerpo en tierra está peregrinando,
los ojos tengo en agua noche y día
y en fuego el corazón y el alma mía.