Friedrich Nietzsche

Es la música aquella que para el eremita, de todas las artes plásticas, la única que no tiene forma, encarnándose en el cuerpo haciendo a éste danzar, reduciendo a símbolo tomando el cuerpo real, resucitándolo así, o si se quiere, transmutándolo de persona o máscara a acción.

Siendo verbo automático en carne devenido, pues ya nada puede sujetarse, la máscara se cae y comienza la acción e incluso pareciera ser este tiempo devenido en tempo incluso predicado, una total oración.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *