Al encontrarse todo en un constante cambio, tanto la persona como el río, conforme pasa el tiempo ambos dejan de ser quienes fueron para volver a ser.
A diferencia del río la persona mantiene su pasado, por doloroso que sea, constantemente presente y sin olvidar, es decir, sin a sí mismo perdonarse.
Un acto revolucionario es dejar de lado el pensar y volver a sí ¿Puedes discernir?
Bienvenidas tus miradas, aportes y comentarios.