Un día como hoy, pero en 1547, nació Miguel de Cervantes, el más grande exponente de la literatura española.
Fue el cuarto de siete hijos. A los dieciocho años tuvo que huir a Italia porque había herido a un hombre. Poco después se alistó como soldado y participó en la batalla de Lepanto, en 1571; donde fue herido por bala en el pecho y en la mano izquierda, que le quedó inutilizada.
La importancia de Cervantes y de su obra magna, El Quijote, radica precisamente en que impregna la educación de todos los alumnos y de las alumnas de cualquier país del mundo.
Hoy lo recordamos en su día con una frase atemporal, tal como lo fue toda su obra literaria.