La buena fe
¡Bella vida! Yaces enferma y está en mi corazón
Agotado de llorar; ya despunta el miedo en mí.
Más no puedo creer, con todo,
Que mueras mientras ames
Antes y ahora
En mis días mozos, solía alegrarme por la mañana,
Por la noche, lloraba; ahora, que soy más viejo,
Empiezo desesperado mi día, pero Bendito y sereno es su final.
Me atrae el laurel, el sosiego no me satisface.
Peligros engendran las fuerzas de los hombres,
Penas inflaman el pecho de los jóvenes.
(Colérico anhelo)
Friedrich Hölderlin
¿Qué soy para ti? ¿Qué soy, patria mía?
Un doliente enteco que su madre
Mece en brazos pacientes,
Con miradas desesperada.
(Colérico anhelo)
Friedrich Hölderlin
Lo que el tiempo escogió como presa
Florecerá de nuevo mañana;
De la destrucción nacerá la primavera,
De las olas surgió Urania.
(Himno a la libertad)
Friedrich Hölderlin
¡Ah, y allá en la lejania serena
Tambien me sonríe la meta sagrada de la libertad!
(Himno a la libertad)
Friedrich Hölderlin
Cierto es que nací mortal,
Pero inmortalidad
Se ha jurado en mi alma,
Y cumplirá lo mandado.
(A Hércules)
Friedrich Hölderlin
Bendito seáis, sueños dorados de la infancia,
Que me ocultasteis la miseria de la vida,
Que abrigasteis la simiente del bien en el corazón,
Lo que yo jamás alcanzaría, me lo regalasteis.
(A la naturaleza)
Friedrich Hölderlin
Pero ya pasó la mañana de mi vida,
Marchita está la primavera de mi corazón.
(A la naturaleza)
Friedrich Hölderlin
Perpetua indigencia ha de pasar el más tierno amor,
Lo que amamos es solo sombra
(A la naturaleza)
Friedrich Hölderlin
El afortunado jardín de las Hespérides solo
produce sus dorados frutos bajo el rayo ardiente
que, como una saeta, penetra en el corazón de la tierra.
(El mozo a los consejeros prudentes)
Friedrich Hölderlin
A mí que solo los combates salvan, ¿a qué me arrebatáis,
flojos de vosotros, mi elemento abrasador?
(El mozo a los consejeros prudentes)
Friedrich Hölderlin
Dejad ese gusto de rebajar lo grande,
y no vengáis hablando de vuestra felicidad.
No plantéis el cedro en vuestros tiestos,
no toméis el genio a sueldo,
ni tratéis de paralizar el corcel del sol,
dejad a las estrellas seguir su ruta,
y a mí no me aconsejéis que me conforme,
no me hagáis siervo de esclavos.
(El mozo a los consejeros prudentes)
Friedrich Hölderlin
Otrora se clavaba el visionario en la cruz,
ahora lo asesina el prudente y fino consejo.
¡Cuántos habéis sometido
al imperio de la necesidad!
(El mozo a los consejeros prudentes)
Friedrich Hölderlin
Es inútil, en vano me retiene esta época ruin,
y es mi siglo mi castigo.
Aspiro al verde campo de la vida
y al cielo del entusiasmo.
Vosotros, oh muertos, enterrad vuestros muertos,
ponderad la labor humana y tomadme por loco,
con todo madura en mí, conforme al deseo de mi corazón,
la bella, la viva Naturaleza.
(El mozo a los consejeros prudentes)
Friedrich Hölderlin
Tan amistoso y fiel como tú, ¡oh Padre Éter!, ninguno entre los dioses y los hombres
Me crió; antes incluso que mi madre me acogiera
Entre sus brazos y sus pechos me nutrieran,
Me asiste con ternura y vertiste bebida celestial,
El aliento sagrado, en mi pecho naciente.
(Al éter)
Friedrich Hölderlin
¡Madre tierra! Te has quedado viuda, clamé,
Mezquina y sin hijos vives en tu tiempo lento.
No engendrar y nada que cuidar con solicito amor,
No verse en los hijos al envejecer, es la muerte.
(El viajero)
Friedrich Hölderlin
Oh tu que despertaste mi pecho del sueño de la niñez,
Y con dulce poder me llevaste más alto y más lejos,
¡Mi más dulce sol! vuelvo a ti más fiel y sabio,
Para reposar tranquilo y feliz bajo las flores.
(El viajero)
Friedrich Hölderlin
¡Olvídalo y perdona! Me iré semejante
Al nublado ante la luna apacible,
Y quedarás resplandeciente en tu belleza,
De nuevo, ¡dulce luz!
(Plegaria)
Friedrich Hölderlin
“También tu quisiste más grandeza, pero el amor
Nos somete a todos y el dolor nos doblega aún más;
Con todo, por algo regresa
Nuestra curvatura allá donde empezó”
(El paso de la vida)
Friedrich Hölderlin
“Pruebe todo el hombre, dicen los del cielo,
Para que nutrido con vigor, sepa dar gracias por todo,
Y asimile la libertad
De partir donde quiera”
(El paso de la vida)
Friedrich Hölderlin
“y si el maestro os atemoriza,
Pedid consejo a la gran naturaleza”
(A los jovenes poetas)
Friedrich Hölderlin
“Despertad, poetas, despertad de su sueño
A los que aun duermen, dadnos leyes,
Dadnos vida, y triunfad, heroes, solo vosotros
Tenéis derecho de conquista, como Baco”
(A nuestros grandes poetas)
Friedrich Hölderlin
“Demasiado tiempo has reinado sobre mi cabeza,
Oh dios de la época, en tu nube oscura.
Hay demasiada violencia y desazón entorno,
Y derrumbe y vacilación dondequiera que miro”
(El espíritu de la época)
Friedrich Hölderlin
¡el indomable busca algo mejor!
(El espíritu de la época)
Friedrich Hölderlin
“Porque las aves del bosque respiran más libres,
Pero el hombre alza su pecho con más señorío,
Y quien prevé el futuro oscuro, también la muerte
Ha de prever, y solo a ella se teme”
(El espíritu de la época)
Friedrich Hölderlin
“Los poetas son vasos sagrados
Donde se custodia el vino de la vida,
El espíritu de los héroes”
(Buonaparte)
Friedrich Hölderlin
“Él no puede vivir ni quedar en el poema,
Él vive y queda en el mundo”
(Buonaparte)
Friedrich Hölderlin
“amando crearon su mundo secreto,
Solo conocido por los dioses, estos solitarios”
(Dioses anduvieron antes)
Friedrich Hölderlin
De salario y trabajo, alternando esfuerzo y descanso
Todo es gustoso, ¿Por qué entonces jamás
Se duerme en mi pecho la espina?
(Fantasía vespertina)
Friedrich Hölderlin
¡Te irás de una vez, juventud inquieta y soñadora!
La vejez viene luego apacible y serena.
(Fantasía vespertina)
Friedrich Hölderlin
“Largo tiempo te yergues solo, orgullo del mundo que ya no existe”
(Neckar)
Friedrich Hölderlin
“como la planta que no arraiga en su suelo, languidece el alma del mortal”
(Mi propiedad)
Friedrich Hölderlin
“deja que el hombre se recree en sus sueños y quehaceres
A la luz de las candelas y del día venidero,
Mira que los enojos y penas odiosas
No le sean excesivos”
(Vulcano)
Friedrich Hölderlin
“¿no estas emparentado con todos los vivientes,
Y no te nutre la parca para su servivio?
Entonces avanza inerme por la vida y no temas nada”
(Coraje de poeta)
Friedrich Hölderlin
“Eco del cielo, sagrado corazón ¿Por qué,
Di, porque enmudeces entre los vivientes?
Oh libre, ¿es que duermes eternamente desterrado
Por los impíos a la noche inferior?”
(Ánimo)
Friedrich Hölderlin